Por encima de deseos y
fantasías, no tendría sentido pensar en una sabiduría estática que nos acerca a
nuestra mejor faceta y, tal vez a Dios, a condición de no hacer nada. Por las
mismas razones, una meditación estática es solo la antesala de la verdadera
meditación, la que acontece en el devenir cotidiano y se expresa a través de
nuestros actos. De éstos, acaso como nosotros, todos son relevantes, pero no
iguales.
Partiendo del tremendo
poder de transformación de que disponemos, de la singular importancia de todo y
todos, el arco ofrece un gesto potente, atávico, ligado a las más profundas
capas de la psique, que se revela como una herramienta capaz de mostrar puertas
desconocidas. Siempre hay momentos brillantes, esclarecedores. El avance es
rápido, por la adaptación de conceptos universales al momento y a la cultura,
pero el resto, lo importante, pulir la piedra, depende de ti y, como toda
iluminación, no es mensurable, ni comparable,
es solo tuya.
El primer indicio para
seguir este camino, ya que es uno de muchos, es simplemente una atracción
estética, ya que ética y estética suelen ir parejas, suele haber una razón. Lo
que aprendas, más allá del deporte, cambiará tu mirada, posiblemente te
sorprenderá y te servirá en otros ámbitos. Y si toca hondo, podrás proseguir
con otros cursos y con el grupo de entrenamiento. El tesoro inagotable, seguirá
siendo tuyo.
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